YK-11, también conocido como miostina, es un modulador selectivo del receptor de andrógenos (SARM) que se ha demostrado clínicamente que activa parcialmente el receptor de andrógenos y al mismo tiempo funciona como inhibidor de la miostatina.

Un convincente estudio realizado por los investigadores Lee y otros investigó el YK-11 como un agente potencial para el desarrollo y mantenimiento de los músculos en situaciones de sepsis. En el estudio, los ratones fueron alimentados con dos dosis diferentes de YK-11 (administradas por vía oral, 350 mg/kg y 700 mg/kg) durante diez días. Luego, los investigadores examinaron la respuesta de estos ratones a una inyección peritoneal de la bacteria E. coli.

El estudio demostró que YK-11 inhibe la acción de la miostatina, una hormona que limita el crecimiento muscular en los mamíferos (fuente). Los ratones tratados con YK-11 no sólo mantuvieron su masa corporal durante la fase de la enfermedad, sino que también tuvieron una proporción de grasa a músculo más favorable. Esto significa que estos ratones tenían menos grasa y más tejido magro en comparación con el grupo de control.

Además, los resultados mostraron que los ratones tratados pudieron recuperar la masa muscular perdida en la espalda y los muslos después de la exposición a E. coli sistémica. Sus células musculares también parecían ser más resistentes a la atrofia en comparación con las del grupo de control.

Además de sus efectos sobre la masa muscular, YK-11 también afectó la respuesta inmune contra las bacterias gramnegativas. El tratamiento con YK-11 dio como resultado una reducción de los efectos negativos de las infecciones bacterianas, incluida una disminución de las endotoxinas y los marcadores inflamatorios en los pulmones.

Además, hubo reducciones significativas en los biomarcadores indicativos de daño orgánico, incluidos marcadores hepáticos y renales como AST, ALT y BUN. Tomar YK-11 también pareció mejorar la eliminación de bacterias dañinas de los órganos de los ratones (fuente).

Finalmente, cabe destacar que el estudio también analizó la tasa de supervivencia en sepsis. Los ratones tratados con YK-11 tuvieron una mayor tasa de supervivencia hasta las 72 horas y mostraron poca o ninguna evidencia de colonización bacteriana en sus órganos vitales.

CONCENTRACIÓN
10 mg/ml.

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